miércoles, 22 de abril de 2009

PARADOJAS


Si Albert Einstein decía en los años 30 cosas como, “Hablar de crisis es promoverla; y callar en la crisis es exaltar el conformismo. ¡En vez de esto trabajemos duro!. Acabemos de una vez con la verdadera crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla” y en los años 70 Supertramp editaba discos como “Crisis, What Crisis?”, o vivimos en una eterna crisis, o la crisis son procesos cíclicos que surgen, fundamentalmente, por agotamientos lógicos de los recursos. Sin embargo, en la actualidad , la causa parece ser justo la contraria, el exceso de la demanda irracional motivada por una desregulación financiera. En el sector inmobiliario, mientras unos se forraban, otros se hipotecaban de por vida, gracias a las hipotecas de riesgo. Se podría concluir que el autocontrol de las externalizaciones, bajo la excusa provocadora de una administración, supuestamente inoperativa, no puede, ni debe ser, ilimitado. Cualquier empresa, pública o privada, que intenta justificar su ineficacia en la de sus trabajadores, lo único que realmente intenta es justificar su propia incompetencia. No se puede permitir que se utilice nuevamente a los funcionarios como chivos expiatorios de una crisis provocada a sus espaldas. No parece muy lógico intentar solventar el problema añadiendo más horas al trabajo, sino añadiendo trabajo digno a las horas, no aquellas propuestas de trabajo que terminan irremediablemente en los tribunales de justicia.
Mientras observamos una izquierda mirando a “extremo occidente”, vemos a una derecha dándole la espalada. Mientras una izquierda se ve necesitada de justificar una crisis provocada por la derecha, observamos a una derecha dando las mismas soluciones que la provocaron. Paradojas de una política globalizada. Si por globalización debemos entender el flujo de información, bienes, capitales y personas a través de fronteras políticas y económicas, no se puede pretender quitar barreras al flujo de capitales y ponérselas a las personas ya que éstas necesitan comer, necesitan buscar los recursos, si no los tienen a su alcance. Nuevamente observamos impasibles como la desregulación de las empresas multinacionales hacen de las suyas y llegan a modificar la dieta de un pueblo, antes incluso de tener suficiente cantidad de comida para poder subsistir. Es posible que la globalización tenga que ser vista como una tendencia inevitable, pero debe canalizar los beneficios hacia el bienestar general y por todos es sabido que el principal problema con el que se enfrenta es, como siempre, la desigualdad en el reparto de beneficios y costos.
Así como hay recursos que pueden reponerse, hay otros que no lo son. Hace más de 50 años la comunidad científica ha demostrado que el mar, por grande que parezca, no es inagotable. La semana pasada de celebró, a bombo y platillo, el Día Mundial del Agua y, paradójicamente, la semana anterior se organizaba una manifestación en defensa de los sebadales del sur de Tenerife que por todos los medios se pretendió acallar, como si nada tuviera que ver una cosa con la otra. Pues resulta que el ciclo de agua es único, de igual forma, que, el ciclo del agua y el ciclo de la vida son uno. Acaso, ¿Canarias no es una comunidad directamente dependiente del turismo?. Al turismo no se le puede vender aire, porque este ya lo tiene en sus países de origen. La protección del medio ambiente tiene que ser una prioridad, nos va en ello la supervivencia. ¿Le estaremos dando nuevamente la espalda?.
La Laguna, Patrimonio de la Humanidad, ciudad solidaria, ciudad peatonalizada. Me pregunto donde estará el 5% de personal minusválido que se requiere a toda empresa. Es posible que estén todos en su casa porque la realidad es que no tienen manera humana de acceder a su puesto de trabajo.
Puede que nuestros gobernantes crean que están a punto de solucionar el problema, tal y como se está vendiendo las últimas investigaciones, sobre el inhibidor de la PKMzeta, la droga que borra los recuerdos. Podría ser la solución para anular los traumas o las adicciones, pero sería éticamente deleznable utilizarlo como la máquina perfecta del olvido, su herramienta preferida. En cualquier caso, ellos saben perfectamente que no se puede tener memoria si previamente no la dotas de información, por eso está tan manipulada. Sin embargo, las nuevas tecnologías, bien utilizadas, pueden provocar un punto de inflexión en está maldita evolución de la manipulación informativa.
Razón tenía Einstein cuando decía aquello de que “la verdadera crisis es la crisis de la incompetencia”.